Una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) arribará al país el próximo jueves con la tarea de renegociar el acuerdo alcanzado con la gestión anterior respecto al pago de una deuda estimada en alrededor de 45.000 millones de dólares, acuerdo que se considera “virtualmente caído”. Así lo anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante su conferencia de prensa en Casa de Gobierno, destacando que el objetivo es retomar las negociaciones que, hasta ahora, han sido incumplidas por la nación.
La misión del FMI será recibida por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, según detalló Adorni. La noticia llega en un contexto donde el Banco Central emitió un informe para el año 2024, enfocándose en el diálogo formal con organismos internacionales, incluyendo al FMI. El informe subraya la necesidad de despejar la incertidumbre en torno a los desembolsos pactados para afrontar futuros vencimientos de capital, obligación que ha llevado a la Argentina a iniciar el proceso formal de solicitud de una dispensa por el incumplimiento de metas acordadas.
En el marco de esta incertidumbre, el vocero presidencial no proporcionó detalles específicos sobre los temas que se discutirán en las negociaciones entre el FMI y el gobierno de Javier Milei. Cabe recordar que días atrás, el ministro Caputo negó la llegada de fondos frescos provenientes del FMI y reafirmó el cumplimiento de los compromisos de deuda establecidos por la gestión anterior.
Adicionalmente, se destacó que en enero, Argentina enfrenta vencimientos por unos 1.900 millones de dólares. Aunque el Gobierno aún no lo ha comunicado formalmente, se sugiere que harán uso de la posibilidad de extender el plazo hasta fin de mes. En tanto, el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, que busca desregular la economía argentina y modificar cientos de leyes, ya está en vigor, marcando una profunda reforma del Estado, la derogación de varias leyes y la privatización de empresas públicas, entre otras medidas. Este contexto complejo plantea un escenario desafiante para las negociaciones entre Argentina y el FMI, donde los términos del DNU y del proyecto de ley ómnibus podrían suponer un ajuste en el gasto más severo del solicitado por el Fondo para continuar con el acuerdo vigente. Además, el FMI pone sobre la mesa la necesidad de apoyo político para llevar adelante el programa, lo cual añade un elemento crucial en este escenario de renegociación de la deuda.