El presidente de la Cámara Argentina de Internet (Cabase), Ariel Grazier, reveló que el servicio de internet en Argentina ha alcanzado una penetración del 79% en los hogares, posicionándose como el segundo país en América Latina en este aspecto. Enfatizó que la fibra óptica está desplazando progresivamente las tecnologías obsoletas y está a punto de abarcar el 40% de la demanda nacional de conectividad.
Recientemente, Cabase marcó otro hito al inaugurar el vigésimo noveno punto de interconexión regional de tráfico en la ciudad de Corrientes. Este logro no solo mejora la infraestructura de la provincia, sino que también beneficia a toda la región noreste de Argentina. Los puntos de interconexión regional, conocidos como IXPs, son cruciales para la rápida transferencia de datos, ya que permiten a los proveedores de servicios de internet intercambiar contenido de manera eficiente.
Ariel Grazier destacó que este proceso de expansión inició en 1997 en Buenos Aires y ha experimentado continuas ampliaciones desde 2010. Explicó que los puntos de interconexión son fundamentales para equiparar la calidad de conexión en diferentes regiones del país, brindando a los usuarios finales experiencias similares a las de las grandes ciudades. Con el reciente punto de interconexión en Corrientes, se completa una parte crucial de la región, abarcando ciudades como Resistencia, Sáenz Peña y Posadas, y finalizando la cobertura en el NEA.
El directivo subrayó que cada nodo demanda un mínimo de un año de negociaciones y procesos técnicos para determinar estratégicamente el punto de convergencia de proveedores de internet y generadores de contenidos. Este esfuerzo contribuye a consolidar una “malla en todo el país” que facilita la expansión de la fibra óptica y mejora la calidad de la conexión. A pesar de los desafíos, Grazier destacó que la industria ha logrado superar obstáculos, incluso en el contexto de dificultades macroeconómicas que retrasaron la importación de equipos necesarios para el avance tecnológico.
El ejecutivo de Cabase señaló que, aunque la industria enfrentó una ecuación económica desfavorable y creció con valores por debajo de la media latinoamericana, la inversión en el recambio tecnológico fue posible. Subrayó la necesidad de previsibilidad en el sector, ya que las inversiones en tecnología tienen un horizonte a largo plazo, que puede extenderse hasta 20 años según los equipos utilizados. En este contexto, la conectividad en Argentina avanza, pero los desafíos económicos y tecnológicos siguen siendo parte de la ecuación.