Milei asume la presidencia en una ceremonia atípica: Sin discurso ante el Congreso, pero con gestos y ovaciones

En una asunción presidencial que marcó un quiebre con las tradiciones de las últimas cuatro décadas de democracia en Argentina, Javier Milei optó por una ceremonia austera y breve, destacando como uno de los elementos más llamativos la ausencia de un discurso dirigido a los legisladores. En lugar de ello, el nuevo mandatario se dirigió a sus seguidores desde las escalinatas del Congreso, enfatizando su convicción de que el “ajuste” es el único camino para superar la crisis económica que atraviesa el país.

El acto inaugural transcurrió en un clima de cordialidad entre los miembros del gobierno saliente y los entrantes. A pesar de las marcadas diferencias ideológicas, el presidente saliente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, intercambiaron sonrisas y apretones de manos con Milei y la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel. Este gesto de conciliación fue palpable incluso en la apertura de la Asamblea Legislativa, donde la vicepresidenta Kirchner izó la bandera nacional y entonó el himno en compañía del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

El ingreso de Milei al recinto legislativo fue precedido por momentos de tensión, evidenciando la polarización política que caracteriza al país. Los legisladores de la Izquierda expresaron su desacuerdo con un cartel que proclamaba “No al plan motosierra contra el pueblo”, desencadenando cánticos y enfrentamientos verbales con simpatizantes de Milei. Sin embargo, el presidente electo recibió una ovación intensa al adentrarse al recinto, marcando un contraste con el ambiente de división.

La transición de poder tuvo momentos protocolares y emotivos. Cristina Fernández de Kirchner tomó la responsabilidad de tomarle juramento a Milei y Villarruel, mientras que la entrega de la banda presidencial y del bastón de mando estuvo a cargo del presidente saliente, Alberto Fernández. La escena también fue testigo de un encuentro entre Milei y el expresidente Mauricio Macri, quienes se trataron con el título de presidentes, en un gesto simbólico de respeto institucional.

La singularidad de la jornada radicó en la decisión de Milei de abandonar la Cámara de Diputados sin pronunciar un discurso ante los representantes del Congreso. En lugar de ello, optó por dirigirse a la explanada del Palacio Legislativo, donde, desde un escenario improvisado sobre la avenida Entre Ríos, se dirigió a una multitud que lo vitoreaba fervientemente mientras agitaban banderas argentinas. Este inédito desenlace dejó en claro que el nuevo presidente busca establecer una conexión directa con sus seguidores, marcando un estilo propio en su gestión.

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