En un mensaje de cierre de su gestión emitido por cadena nacional, el presidente Alberto Fernández expresó su pesar por no haber logrado cerrar la brecha que divide a la sociedad argentina, conocida como “la grieta”. El mandatario reflexionó sobre la necesidad de caminar junto al otro, profundizar acuerdos y minimizar las diferencias para superar las divisiones. Reconoció que el proceso no implica someter al otro ni imponer un relato, sino trabajar en conjunto. Esta autocrítica llega en un momento clave, ya que el país se prepara para la asunción del nuevo presidente, Javier Milei.
En cuanto a los logros de su gestión, Fernández destacó el apoyo a las demandas del feminismo, subrayando el hito histórico de la sanción del Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Consideró que esta medida representó saldar una deuda de la democracia con la marea del feminismo que se expresaba en las calles.
Sin embargo, el presidente admitió que su gobierno no alcanzó los objetivos propuestos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Reconoció que las circunstancias y el contexto no favorecieron los resultados esperados y señaló la necesidad de haber actuado de manera diferente. Expresó un “dolor profundo” por no haber mejorado la vida de quienes aún viven en la pobreza, aunque resaltó algunos logros, como la llegada de vacunas para el COVID-19, la entrega de viviendas y la puesta en marcha de proyectos como el gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
En la recta final de su discurso, Fernández proyectó optimismo para el próximo año, anunciando que las exportaciones agrícolas, de gas y de litio generarán alrededor de 35.000 millones de dólares. Destacó la importancia de proyectos como el gasoducto, que reducirá significativamente la importación de gas licuado y contribuirá al crecimiento de las exportaciones. El presidente instó a cuidar el equilibrio entre resolver problemas fiscales y proteger los derechos de los trabajadores, así como las aspiraciones de los inversionistas y productores. Este mensaje cierra un ciclo en la presidencia de Fernández, mientras la atención se centra en la próxima etapa política de Argentina.