En medio de un escenario de incertidumbre económica y cambios gubernamentales en Argentina, la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) han emitido un llamado urgente a la prudencia en la fijación de precios de productos de consumo masivo. En un comunicado conjunto, ambas entidades expresaron su preocupación por los aumentos excesivos que afectan directamente a los consumidores, quienes deben hacer frente a esta situación con ingresos notablemente reducidos.

En sus declaraciones, CAS y FASA anunciaron medidas concretas para contrarrestar los aumentos desmedidos. “Lamentablemente, nos veremos obligados a no recibir aquellos productos cuyos precios excedan los límites de aumentos establecidos por la Secretaría de Comercio de la Nación, en defensa de los bolsillos de nuestros clientes”, señalaron. Este posicionamiento refleja la firme postura de los supermercados en proteger a sus clientes y asegurar que los precios se ajusten a las pautas establecidas por el gobierno nacional.

En paralelo, el director ejecutivo de la Asociación Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, informó sobre las gestiones en curso con el Ministerio de Comercio. Martínez destacó que, desde el día martes, han estado en contacto para “adecuar a la situación post-electoral los acuerdos de precios vigentes oportunamente formalizados”. El enfoque de ASU ha sido el diálogo con la cadena de valor para garantizar el abastecimiento y evitar incrementos desmedidos, según detalló el ejecutivo.

En el contexto de la transición política y económica, ASU reveló que muchas de las firmas proveedoras adheridas al programa Precios Justos ya han ajustado sus precios, con incrementos que oscilan entre el 5% y el 12% durante esta semana. Además, anticiparon que durante diciembre se aplicará el tradicional aumento mensual del programa en torno al 8%. Estos ajustes buscan adaptarse a la realidad económica del país y garantizar la estabilidad en el abastecimiento de productos esenciales.

CAS y FASA, al reconocer la “situación transitoria” derivada de la incertidumbre asociada al cambio de gobierno en un contexto de alta inflación, hacen un llamado a la unidad de diversos sectores económicos. Ambas entidades convocaron a “la producción primaria, la industria y el comercio” a trabajar en conjunto, fortaleciendo los lazos profesionales para superar los desafíos económicos actuales. En este llamado a la colaboración, destacaron la necesidad de proceder con “extrema prudencia” y anticiparon posibles modificaciones en la política de precios que establecerá la nueva administración gubernamental. En última instancia, la postura de estos actores clave en la cadena de suministro subraya la importancia de la estabilidad económica y la colaboración sectorial para enfrentar los desafíos que presenta el panorama actual en Argentina.