En un giro histórico para la política argentina, el triunfo de Javier Milei en el balotaje no solo marca un cambio de gobierno, sino también la confirmación definitiva del quiebre en el esquema de partidos que componía Juntos por el Cambio (JxC). Aunque JxC persistirá como espacio político, su composición se ve alterada de manera irreversible, evidenciando las divisiones internas que se han ido acentuando con el tiempo.
La ruptura en JxC se gestó durante la dura interna previa a las PASO, donde las posturas enfrentadas de los sectores liderados por Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich evidenciaron diferencias sustanciales. Mientras Larreta abogaba por consensos y diálogo, excluyendo al kirchnerismo, Bullrich proponía ir a fondo con las reformas iniciadas durante el mandato de Mauricio Macri. Esta disputa interna llevó a que Bullrich, respaldada por Macri, se impusiera en las internas, consolidando la línea de los “halcones” sobre las “palomas”.
El quiebre se profundizó con la decisión de Macri y Bullrich de respaldar a Milei rumbo a la segunda vuelta, colocando a parte del PRO en la órbita del nuevo gobierno. Aunque desde el PRO aclaran que no se trata de una alianza política con La Libertad Avanza (LLA), sino de un “acompañamiento”, la presencia de funcionarios del PRO en áreas clave del Gobierno de Milei plantea incertidumbre sobre la independencia del partido fundado por Macri.
En este contexto de cambios políticos significativos, la Coalición Cívica anunció su salida de JxC, recuperando su “autonomía” como partido político. Elisa Carrió, una de las fundadoras del espacio, dejó claro que, al romperse la alianza, la Coalición Cívica luchará por principios fundacionales y la reconstrucción de la República. Mientras tanto, queda por definir el futuro de JxC y si el sector de Rodríguez Larreta y la UCR se agruparán para formar un espacio común, potencialmente de perfil socialdemócrata, bajo la marca JxC.
Además de la crisis en JxC, el triunfo de Milei también plantea interrogantes sobre la renovación en la UCR, liderada por Gerardo Morales, quien ha manifestado su oposición a Milei. La UCR enfrenta la posibilidad de un cambio de liderazgo, con figuras como Martín Lousteau o el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, como potenciales actores en este proceso de transformación partidaria. En conjunto, estos eventos políticos perfilan un escenario incierto y aterrador para el futuro de la política argentina bajo el Gobierno de Milei.