El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, enfatizó este miércoles que el camino para la recuperación económica de Argentina radica en “generar riqueza y exportaciones”, y no en la destrucción del Banco Central o la moneda. Durante su visita a empresas en la provincia de Corrientes, De Mendiguren sostuvo que el país necesita fortalecer su moneda mediante la generación de reservas provenientes de las exportaciones de recursos, destacando la importancia de este enfoque para garantizar la identidad de la moneda nacional.
“Argentina no sale destruyendo un banco central, ni destruyendo la moneda, sale generando riqueza, generando exportaciones que son las que van a garantizar que revaluemos nuestra moneda, que nuestra moneda vuelva a tener identidad y no destruyéndola, sino reforzándola con reservas producto de la exportación de nuestros recursos”, declaró el funcionario durante su recorrido.
De Mendiguren también abordó las preocupaciones de los industriales argentinos, señalando que existe temor de que el 19 de noviembre se imponga “un modelo financiero especulativo” que históricamente ha llevado a crisis financieras. Reconoció los desafíos actuales, como la sequía que ha afectado al país y la falta de dólares para importar, pero destacó la importancia de tener un rumbo claro. En este contexto, respaldó el proyecto impulsado por el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, que según De Mendiguren, representa la visión de una “Argentina productiva, la Argentina del interior”.
Durante su jornada de trabajo en la ciudad de Gobernador Virasoro, en la cuenca foresto industrial de la provincia, el secretario recorrió empresas clave, como Fuentes Renovables de Energía (Fresa) y Acon Timber. Estas visitas resaltan el compromiso del gobierno con el desarrollo de sectores productivos estratégicos. Además, junto a la subsecretaria de Industria, Priscila Makari, De Mendiguren cerró su recorrido con una visita al establecimiento Las Marías, dedicado a la industrialización de yerba y té, reforzando la importancia de la diversificación de la producción en la economía nacional.