El secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, hizo una declaración audaz este martes al afirmar que la inflación en Argentina está disminuyendo, desafiando la percepción generalizada de un aumento continuo de los precios. Rubinstein, en su cuenta personal de X (ex Twitter) y en la de la Secretaría que lidera, repasó la evolución de la inflación en las últimas semanas y proyectó una desaceleración para octubre. Argumentó que la discrepancia entre sus afirmaciones y los informes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) se basa en una “inadecuada lectura de los datos” y se refiere a ella como “aparente”.
Según Rubinstein, el aumento de la inflación en septiembre se debió al arrastre estadístico de la segunda quincena de agosto, después de la devaluación que ocurrió tras las elecciones primarias. Basándose en datos recientes, estimó que la inflación de las últimas cuatro semanas, incluyendo la primera de octubre, habría sido del 7,6%. Proyectó una desaceleración para el resto de octubre, calculando una tasa semanal del 1,5%. Esto llevaría a una inflación del 7% para el mes, que, según la metodología del Indec, sería del 7,1%.
El secretario explicó que la metodología de la Secretaría de Política Económica tiene en cuenta el arrastre estadístico y se centra en los datos más recientes, lo que les permite “anticipar” mejor las tendencias inflacionarias. Por lo tanto, para Rubinstein, afirmar que “la inflación está bajando” es válido, aunque los informes del Indec sugieran lo contrario. Argumentó que la contradicción es solo aparente y se debe a la interpretación incorrecta de los datos.
Rubinstein respaldó su análisis con un gráfico que muestra una desaceleración en la inflación después de un pico del 4,7% en la tercera semana de agosto, volviendo a niveles similares a los meses anteriores. Con esta declaración, el secretario de Política Económica desafía la percepción generalizada de que la inflación en Argentina sigue siendo un problema creciente, destacando la importancia de analizar los datos de manera adecuada y considerar factores como el arrastre estadístico.
