El Ministro de Transporte de Argentina, Diego Giuliano, anunció una medida inusual destinada a permitir que los pasajeros del transporte público renuncien a los subsidios aplicados en las tarifas y, en su lugar, abonen la tarifa plena. El propósito de esta decisión es redirigir los fondos de los subsidios hacia los sectores de la población en situación de mayor vulnerabilidad. Los usuarios de colectivos y trenes de jurisdicción nacional podrán optar por esta alternativa a partir del 20 de octubre a través de la web del gobierno argentino. La medida busca garantizar una redistribución del ingreso a favor de quienes más lo necesitan y se implementará a partir del 27 de octubre.
Giuliano señaló que esta medida se adopta en un momento en el que se debate si los subsidios al transporte son necesarios, y se brinda a los usuarios la oportunidad de decidir si desean renunciar a esos subsidios y abonar la tarifa plena. El ministro aclaró que el subsidio al transporte es una política de Estado que el gobierno mantiene, pero decidieron dar a los usuarios la opción de renunciar a él.
Para renunciar a los subsidios, los usuarios deben tener una tarjeta SUBE registrada con los datos correspondientes. Deben completar un formulario de renuncia al subsidio que estará disponible en el sitio web de SUBE a partir del 20 de octubre. Además, los usuarios de colectivos podrán solicitar al conductor abonar la tarifa plena sin subsidio hasta que la información sea procesada. A partir del 27 de octubre, el cobro sin subsidio será automático.
La medida afecta a los usuarios de transporte automotor de jurisdicción nacional y de transporte ferroviario en el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde circulan más de 4 millones de personas a diario, así como a los usuarios de líneas de transporte urbano interjurisdiccional de jurisdicción nacional. Las tarifas actuales con subsidio oscilan entre $11,57 y $52,95 para los trenes, mientras que sin subsidio, varían desde $655 hasta $1.100. En el caso de los colectivos, las tarifas con subsidio van de $52,96 a $72,61, mientras que sin subsidio serían de $700. Aquellas localidades con servicios ferroviarios que no cuentan con SUBE podrán manifestar la renuncia al subsidio al adquirir el pasaje. Esta medida busca involucrar a los usuarios en el apoyo a los sectores más necesitados y promover la solidaridad en el sistema de transporte público argentino.