Inestabilidad en etapas electorales duplica el valor del dólar ‘blue’ y desafía la economía argentina, según estudio del Celag

Un nuevo informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) ha arrojado luz sobre los profundos “efectos cambiarios relevantes” que las etapas electorales desencadenan en Argentina, lo que conlleva una agitación de “apuestas especulativas” que debilitan la estabilidad financiera. Según el análisis, la inestabilidad en estos períodos electorales conlleva un impacto significativo en la economía, especialmente en el valor del dólar ‘blue’, que se dispara a aproximadamente el doble de su valor si los comicios se desarrollaran sin contratiempos.

El economista Guillermo Oglietti, subdirector del Celag, dirige este trabajo que estima los beneficios que podrían obtenerse si se lograra evitar la inestabilidad durante las etapas electorales. Oglietti señala que al hacerlo, se reduciría la devaluación del peso en comparación con el dólar ‘blue’ y el oficial, lo que estrecharía la brecha cambiaria y, en última instancia, disminuiría la inflación. En el informe, se resalta que los periodos electorales en Argentina se han convertido en un caldo de cultivo para especuladores, sin importar la orientación política de los candidatos.

Las etapas electorales, según el estudio del Celag, generan perturbaciones significativas en el mercado cambiario. Durante estos tiempos de incertidumbre, las apuestas especulativas se intensifican, lo que tiene un impacto directo en la economía real. Esto se traduce en un aumento del valor del dólar, un crecimiento de la brecha cambiaria, un impulso a la inflación y un deterioro de los salarios. Además, el periodo posterior a las elecciones primarias (PASO) a menudo testifica una reacción especulativa en los mercados, lo que dispara aún más el valor del dólar paralelo y eleva las expectativas de devaluación tanto del tipo de cambio oficial como de los precios.

El informe proporciona datos concretos para respaldar sus conclusiones. Por ejemplo, se destaca que, en el periodo electoral de 2015, la tasa de devaluación del peso fue un 8.2% mensual, 3.4 veces mayor que el ritmo de devaluación que se había experimentado en el segundo mandato de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner hasta junio de 2015. Asimismo, en 2019, entre junio y la primera semana después de las PASO, la tasa de devaluación fue del 12%, lo que representa un aumento de 4.4 veces en comparación con el ritmo de devaluación que se había registrado en el gobierno de Mauricio Macri hasta junio de ese año. Y en 2023, en un período similar, la tasa de devaluación alcanzó el 20.5%, lo que es 4.4 veces mayor que el ritmo de devaluación en los primeros meses del gobierno de Alberto Fernández hasta junio de ese año.

Según el análisis, si se hubieran mantenido periodos electorales estables, el dólar oficial se habría mantenido alrededor de los 243 pesos, lo que representa casi un tercio menos que los 357 pesos que alcanzó tras las PASO.

La brecha cambiaria, que actualmente se sitúa en el 106%, sería reducida al 58% con periodos electorales más estables, lo que retrotraería el país a niveles similares a los que se observaban al final del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2015. Esto, a su vez, reduciría una de las mayores fuentes de distorsión en la economía argentina, alentando la evasión tributaria, la subdeclaración de exportaciones, la fuga de capitales y el contrabando.

Otro impacto importante de la inestabilidad en las etapas electorales es su efecto sobre los precios. El informe destaca que la inflación durante el periodo analizado, que abarca el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno de Mauricio Macri y el gobierno de Alberto Fernández hasta agosto, habría sido 22 puntos porcentuales menor si las etapas electorales hubieran sido más estables. Durante la etapa electoral de 2019, la inflación se aceleró de un promedio del 2.8% mensual en los primeros 42 meses del gobierno de Macri a un 3.7% en los últimos seis meses. En contraste, durante la etapa electoral de 2015, el aumento de precios fue mucho más moderado, pasando de un 2.4% en los primeros 42 meses de la gestión a un 2.6% en los últimos meses. Esto se debió en gran medida a la estabilidad que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner logró después de las PASO de ese año.

El informe concluye que si se hubieran mantenido periodos electorales estables, la inflación durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner habría sido seis puntos menor, mientras que en el gobierno de Macri habría sido 10 puntos menor y en el gobierno de Fernández habría sido 14.8 puntos menor. En última instancia, las devaluaciones del dólar ‘blue’ posteriores a las PASO de 2015, 2019 y 2023 debilitaron el peso argentino, generando expectativas de devaluación del dólar oficial y acelerando la inflación.

El estudio subraya que este ciclo de inestabilidad es predecible y ocurre cada cuatro años, dictado por el calendario electoral. Aunque la polarización política dificulta la búsqueda de consensos, el informe sostiene que es esencial explorar un arreglo institucional diferente que permita aliviar a Argentina de este trastorno económico.

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