La Sala II de la Cámara Nacional de Casación ratificó el año pasado la condena de 16 años de prisión impuesta al oficial de policía de la Metropolitana, Ricardo Ayala, quien fue declarado culpable por el Tribunal Oral 1 en 2019 por su papel en la agresión a Lucas Cabello en 2015. A pesar de esta confirmación de culpabilidad, Ayala permanece en libertad, ya que la Corte Suprema de la Nación aún no se ha pronunciado sobre su detención. Esta situación ha dejado a Cabello y su familia en un limbo legal que perdura desde el trágico incidente de noviembre de 2015 en el barrio de La Boca.
Lucas Cabello, la víctima de la brutal agresión que cambió su vida para siempre, compartió su desesperación en una entrevista reciente. Según Cabello, su caso se encuentra en un estado de incertidumbre desde que la Cámara de Casación confirmó la condena y solicitó la detención inmediata de Ayala, el agresor. Sin embargo, han pasado casi dos años sin que la Corte Suprema tome una decisión final. Esta prolongada espera ha dejado a Cabello y su familia en un estado de angustia y desconcierto, ya que no saben si el oficial de policía enfrentará la prisión, si se llevará a cabo un nuevo juicio o si permanecerá en libertad.
La situación se agrava debido a que Cabello afirma que ni el gobierno ni las autoridades judiciales se han acercado a él para ofrecer apoyo o asistencia durante este largo proceso. Además, ha destacado el hecho de que, a pesar de la orden perimetral que se impuso a Ayala, el agresor fue visto a solo tres cuadras de su casa, lo que representa una clara violación de las restricciones. Cabello denunció este hecho a las autoridades, incluso presentando pruebas visuales, pero hasta ahora no ha habido una respuesta adecuada por parte de la justicia.
En medio de esta lucha por la justicia y la incertidumbre legal, Lucas Cabello ha encontrado consuelo y una vía de escape en su pasión por la radio y la música. Actualmente trabaja en la radio FM Riachuelo 100.9, donde se desempeña como comentarista deportivo. Además, ha encontrado un refugio en la música, una pasión que ha descubierto recientemente y que le ha brindado alegría y motivación en medio de las dificultades que enfrenta. A sus 28 años, ha comenzado a escribir sus propias canciones y tiene proyectos musicales en marcha. El amor por su hija y la música son las fuerzas que lo mantienen motivado y en pie, a pesar de la pesadilla legal que lo rodea.
En resumen, la historia de Lucas Cabello ilustra la frustración y la injusticia que pueden experimentar las víctimas de crímenes violentos cuando el sistema legal no logra proporcionar respuestas claras y oportunas. A pesar de la confirmación de la condena de su agresor, Cabello y su familia siguen esperando una decisión de la Corte Suprema que determine el destino del oficial de policía. Mientras tanto, Lucas Cabello ha encontrado consuelo en su carrera en la radio y su amor por la música, elementos que le brindan la fortaleza necesaria para seguir adelante en su búsqueda de justicia y en su lucha por reconstruir su vida.
