Un grupo diverso de economistas de distintas corrientes académicas y políticas ha emitido una declaración conjunta en la que expresan su oposición a la dolarización como una solución para los desafíos económicos que enfrenta Argentina. El documento, que ya cuenta con más de 200 adhesiones, ha generado un debate significativo en el país, en un momento de incertidumbre política debido al próximo cambio presidencial. Los economistas argumentan que la dolarización sería un “falso atajo” que no resolvería los problemas económicos y podría llevar a una mayor crisis.

En medio de la incertidumbre sobre el rumbo económico de Argentina en los próximos meses, con las elecciones presidenciales en el horizonte, los economistas firmantes del documento destacan la importancia de abordar la situación actual. Argumentan que es un momento histórico inusual en el que economistas de diferentes orientaciones políticas, incluidos aquellos que han ocupado cargos gubernamentales y los independientes, se han unido para abogar en contra de la dolarización como una solución viable para la crisis económica del país.

Los economistas están particularmente preocupados por la posibilidad de que el candidato más votado en las elecciones primarias, Javier Milei, implemente la dolarización como medida para abordar la crisis económica. Consideran que esta estrategia sería un “falso atajo” que conduciría a una “nueva y más dramática frustración”. Aunque algunos de los firmantes han tenido experiencia en cargos gubernamentales en el pasado, enfatizan que su oposición a la dolarización se basa en argumentos técnicos y no en consideraciones políticas.

Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de la Nación, argumenta que la dolarización es inviable y que no ocurrirá voluntariamente. Daniel Marx, otro economista destacado, señala que la experiencia en otros países sugiere que la dolarización no es la solución a los problemas económicos de Argentina y que la situación es compleja, requiriendo una atención multifacética. Mario Rapoport, economista e historiador, enfatiza la importancia de una política cambiaria y sostiene que la dolarización no beneficiaría a la Argentina en términos de productividad.

Los economistas firmantes del documento representan una amplia gama de pensamientos económicos y han ocupado roles significativos en la política y la academia. Advierten que la dolarización plantearía desafíos técnicos significativos y podría llevar a una espiral inflacionaria, además de socavar la capacidad del país para llevar a cabo políticas anticíclicas en un entorno internacional incierto. También enfatizan que una vez implementada, la dolarización es difícil de revertir y podría dar lugar a la proliferación de monedas no oficiales, minando aún más la credibilidad del sistema financiero.

La carta de los economistas ha atraído la atención no solo por su contenido, sino también por la diversidad de firmantes, que incluye a expertos con puntos de vista opuestos. Argumentan que la dolarización no es una solución adecuada para los desafíos económicos que enfrenta Argentina y que el país debe abordar sus problemas de manera más integral y sostenible. El debate sobre la dirección económica del país y la conveniencia de la dolarización continúa en medio de la incertidumbre política y económica en Argentina.