Villaruel revive la “teoría de los dos demonios” en un polémico evento en la Legistratura

Una actividad programada para el próximo lunes en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires ha desatado una intensa controversia en Argentina y reavivado el debate en torno a la teoría de los dos demonios, una postura que divide opiniones en el país desde hace décadas. El evento, promocionado como un “homenaje a las víctimas del terrorismo” y organizado por la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villaruel, se ha vuelto objeto de fuertes críticas debido a la relación de Villaruel con figuras vinculadas a la dictadura militar y alegaciones de negacionismo histórico. La polémica surge en un momento trascendental, ya que Argentina conmemora el 40º aniversario de su regreso a la democracia.

La actividad está programada para el próximo lunes a las 17 en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. El evento es organizado por el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), del cual Victoria Villaruel ostenta el título de presidenta honoraria. Además, la legisladora Lucía Montenegro (LLA) se encuentra entre las organizadoras, y se espera que participen como oradores Lorenza Ferrari, Graciela Saraspe y Arturo Larrabure, hijo de Argentino del Valle Larrabure, quien fue secuestrado y asesinado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en 1974.

Sin embargo, lo que ha desencadenado la controversia son las alegaciones de que Victoria Villaruel y otros participantes en el evento sostienen la teoría de los dos demonios, una postura que sugiere que durante la dictadura militar en Argentina hubo violencia tanto por parte de los militares como de los grupos guerrilleros, y que ambos bandos cometieron crímenes. Esta teoría ha sido ampliamente criticada por minimizar la magnitud de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura y ha sido motivo de fuertes tensiones en el país.

Victoria Montenegro, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, expresó su “profunda preocupación” en una carta dirigida al vicepresidente 1º de la Legislatura, Emmanuel Ferrario, en la que advirtió que el evento “pone en peligro acuerdos básicos alcanzados por la mayoría de las fuerzas políticas con representación parlamentaria y contradice los posicionamientos históricos que cada año esta legislatura renueva en referencia a la última dictadura cívico-militar”. Montenegro también afirmó que la actividad “no solo atenta contra los avances socioculturales en materia de Derechos Humanos sino que también es contraria al ordenamiento jurídico nacional y los tratados internacionales con jerarquía constitucional a los que suscribe nuestro país”.

Por otro lado, el evento ha sido rechazado en bloque por organismos de derechos humanos, incluyendo Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y la Liga Argentina por los Derechos Humanos, quienes planean una marcha para repudiar la realización de la actividad. En un comunicado conjunto, estas organizaciones afirmaron que “no hubo dos demonios” durante la dictadura, sino que el único terrorismo fue el que llevó adelante el Estado genocida, y exigieron que se tomen todas las medidas necesarias para evitar que esta “provocación” se materialice.

Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVyJ) también se ha convocado a un acto de repudio para la misma hora del evento, y planean dar una conferencia de prensa al mediodía. Además, otros sectores políticos, como el Frente de Izquierda, han expresado su repudio y su intención de manifestarse en contra del evento.

Gabriel Solano, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda y presidente de la Comisión Contra la Violencia, presentará una nota para que no se autorice el evento y ha denunciado que tanto Victoria Villaruel como su candidata a vicepresidenta, han estado trabajando para preparar las condiciones necesarias para un eventual indulto a los genocidas de la dictadura. Solano calificó el evento como “un acto político reaccionario en defensa de los genocidas de la dictadura y del terrorismo de Estado” y destacó que representa una amenaza para la democracia argentina.

La legisladora Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), consideró el evento como “una verdadera provocación a 40 años del fin de la dictadura para reivindicar y promover la impunidad de los crímenes más atroces del terrorismo de Estado”. Por su parte, Myriam Bregman, candidata presidencial por el Frente de Izquierda, criticó a Villaruel y preguntó si ahora quiere visitar la Legislatura para contar sus vínculos con genocidas.

Las alegaciones y la controversia en torno a Victoria Villaruel y el evento programado en la Legislatura porteña han elevado la tensión política en Argentina, donde el respeto a los derechos humanos y la memoria histórica de la dictadura militar siguen siendo temas sensibles y fundamentales en el debate público.

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