El Ministro de Economía y aspirante a la presidencia por Unión por la Patria, Sergio Massa, ha planteado un enfoque crítico sobre el rumbo de Argentina en las elecciones presidenciales de octubre, resaltando el dilema entre ser un país primarizado o industrializado. En un evento organizado por el Consejo de las Américas, Massa enfatizó que la elección fundamental es entre “un país en vías de desarrollo versus la lógica de la selva”.

Massa subrayó que Argentina no es una nación desarrollada que pueda permitirse una completa liberalización de las reglas de mercado. Según él, la elección pivota en decidir si Argentina se mantendrá centrada en la exportación de bienes primarios o si se inclinará hacia un proyecto de desarrollo industrial. El ministro argumentó que el país tiene la oportunidad de construir un futuro con valor agregado en torno al sector agroindustrial y otros campos como el petróleo y la minería, permitiendo un desarrollo equitativo en todo el territorio.

Mientras discutía con referentes políticos y empresariales como Javier Milei y Patricia Bullrich, Massa sostuvo que la idea de mercados completamente libres puede perjudicar a las empresas. En su enfoque, la ruptura con importantes socios comerciales como China y Brasil resultaría en la pérdida de mercados significativos. También señaló que la devaluación puede ser perjudicial para la industria nacional, y destacó las negociaciones con el FMI que llevaron a un acuerdo que proporcionará fondos para controlar comportamientos monopólicos y oligopólicos.

Massa anticipó un futuro más promisorio para Argentina en 2024, con un superávit comercial estimado entre 30.000 y 40.000 millones de dólares. Este crecimiento estaría respaldado por la expansión de sectores como la minería, el litio, el cobre y la energía, además de la recuperación del sector agrícola. Durante el evento, Massa instó a los empresarios a considerar el impacto económico en sus decisiones y destacó la importancia de la industria y el desarrollo sostenible para el futuro del país.