Las proyecciones del mercado de vehículos eléctricos para 2023 son prometedoras, con ventas globales estimadas en 13.9 millones de unidades, lo que elevaría el parque automotor eléctrico mundial a más de 26 millones de vehículos. La Agencia Internacional de Energía (AIE) destaca este “crecimiento exponencial” impulsado por políticas nacionales a favor de la sostenibilidad y la reducción de emisiones, así como el aumento del precio del petróleo que favorece a las alternativas eléctricas. Además, China lidera este mercado, aunque se espera que su dominio se acorte debido al progreso en otras regiones.

Según Jorge Zabaleta, socio de PwC Argentina, en países como la Unión Europea y Estados Unidos, los vehículos eléctricos son una opción común y parte de la cultura. Las ventas globales se han multiplicado en los últimos cinco años, pasando de 2.2 millones en 2019 a la proyección de 13.9 millones para 2023. Sin embargo, expertos como Zabaleta enfatizan la necesidad de un enfoque más integral, no solo en términos de infraestructura de carga sino también de capacidad eléctrica.

El mercado chino de vehículos eléctricos ha experimentado un rápido crecimiento, llegando al 29% en 2022. Si bien China mantiene su liderazgo, la eliminación gradual de incentivos puede impactar en su dominio. La Unión Europea representa el 29.8% del mercado, y se espera que su participación aumente gracias a políticas de eficiencia energética y la búsqueda de alternativas a los hidrocarburos. Estados Unidos también ha experimentado un aumento tras la ley de Reducción de la Inflación, con el objetivo de impulsar la energía limpia.

En el caso de Argentina, aunque la electromovilidad ha crecido, aún representa menos del 0.2% del parque automotor. Para que el país alcance niveles de madurez similares a naciones desarrolladas, es esencial definir una estrategia que abarque no solo la industria automotriz, sino también la infraestructura eléctrica. Si bien la instalación de cargadores es esencial, los expertos alertan sobre la capacidad del sistema eléctrico para abastecer la creciente demanda de vehículos eléctricos. El desafío se centra en la necesidad de balancear el impulso hacia la electromovilidad con la capacidad energética del país.