La reciente entrada en escena de Libertad Avanza (LLA) en un contexto electoral tripartito, liderada por Javier Milei, ha generado un panorama lleno de interrogantes sobre la interpretación del voto de cara a las elecciones presidenciales de octubre. Analistas políticos y expertos en la materia coinciden en señalar que los resultados de las PASO no deben considerarse como resultados “definitivos” para las futuras elecciones.

El periodista y analista político, Luis Bruschtein, destaca la complejidad del voto a favor de Milei, subrayando que la diferencia de dos puntos y medio no implica automáticamente que estos votos se sumarán a Juntos por el Cambio (JxC) en las elecciones de octubre. Bruschtein sugiere que este voto es difícil de analizar y discernir, ya que no está claro cuánto de él se basa en ideología y cuánto en malestar social debido a la situación económica del país.

En un intento por comprender el voto hacia el economista, Bruschtein resalta la dificultad de determinar si la victoria de Milei en 16 de las 24 provincias del país refleja un estado de ánimo general de descontento social o si es simplemente un panorama político temporal. Para el politólogo y periodista José Natanson, las PASO no se asemejan a una elección presidencial, sino más bien a una elección legislativa, y en un escenario de tres fuerzas, cualquier resultado podría materializarse en las elecciones de octubre.

Los analistas subrayan el contexto marcado por la pandemia y cómo esta ha influido en la percepción de la sociedad. El impacto duradero del encierro y la incertidumbre económica se suman al malestar generalizado que ha sido exacerbado por la inflación. A pesar de esto, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, logró persuadir a la mayoría de los electores de que su fuerza política ofrece una posible solución a la crisis económica.

En conclusión, con la aparición de Milei y LLA como nuevos actores en la arena política, sumado a un panorama electoral ajustado entre LLA, JxC y Unión por la Patria, los expertos coinciden en que el resultado de las PASO no proporciona un pronóstico definitivo para las elecciones presidenciales de octubre. El desafío ahora radica en entender el voto de la sociedad y en cómo los candidatos se adaptarán a este nuevo escenario político en los meses venideros.