Según un informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la comercialización de vinos con Indicación Geográfica (IG) y Denominación de Origen Controlada (DOC) ha experimentado un notable crecimiento en los últimos cinco años en Argentina. Durante este periodo, la participación de estos vinos en el mercado se duplicó, pasando del 1,6% al 3,6% del total vendido. Más del 50% de estos vinos se destinaron a la exportación.

En el año 2022, se comercializaron 39 millones de litros de vinos con IG y DOC, lo que representa un 3,6% del total de vinos vendidos. En comparación, en 2018, esta participación era solo del 1,6%. Además, en el período comprendido entre 2018 y 2022, las ventas de vinos con IG aumentaron un 115%, mientras que las ventas de vinos con DOC aumentaron un 774%.

Del volumen total de vinos con IG y DOC comercializados, el 54% se exporta y el 46% se destina al mercado interno. En 2022, las exportaciones de vinos con IG y DOC alcanzaron un volumen de 21,1 millones de litros, con un valor FOB de US$ 101,5 millones y un precio medio de US$ 4,8 por litro, un 55% por encima del promedio de todos los vinos exportados.

El INV resalta que la comercialización de vinos con atributos diferenciales está en aumento a nivel mundial, satisfaciendo una demanda cada vez más exigente. Estos vinos, que llevan la denominación de su origen geográfico, son apreciados por consumidores que desean conocer el origen y las condiciones de producción de los productos que consumen.

En Argentina, se reconocen actualmente 110 IG y dos DOC. En los últimos cuatro años, se han aprobado nueve IG. Estas designaciones buscan resaltar las características particulares de los vinos en función de su origen geográfico y el trabajo del hombre en la región de producción.

Este aumento en la comercialización de vinos con denominación de origen en Argentina es clave para el crecimiento del enoturismo y agrega valor al producto final, lo que contribuye a mejorar la rentabilidad de las empresas vitivinícolas, concluye el informe del INV.