Cancillería rinde homenaje a Marta Ocampo de Vásquez, destacada activista de los derechos humanos
La Cancillería llevó a cabo un emotivo homenaje el miércoles en honor a Marta Ocampo de Vásquez, reconocida presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y a su esposo José María Vásquez, quien fue miembro del Servicio Exterior de la Nación y fue destituido de su cargo durante la dictadura cívico-militar.
La ceremonia tuvo lugar en el Auditorio Manuel Belgrano del Palacio San Martín y fue encabezada por el canciller Santiago Cafiero. Durante el evento, se descubrió una placa conmemorativa y se entregaron copias de documentación recientemente encontrada en el Archivo Histórico de la Cancillería a la nieta de Marta y José María, Maite Vásquez, a miembros de la familia y a organizaciones de derechos humanos.
El homenaje, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), contó con la presencia de destacadas Madres de Plaza de Mayo, como Taty Almeida, Clara Weinsten, Vera Jarach, Carmen Lareu y Herenia Sánchez Viamonte, así como representantes de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), H.I.J.O.S y el nieto recuperado Juan Pablo Moyano, entre otras organizaciones.
Durante el acto, el canciller Santiago Cafiero destacó la importancia del homenaje, resaltando que se enmarca en la celebración de los 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina. Enfatizó que las Madres de Plaza de Mayo y las organizaciones de derechos humanos fueron quienes alumbraron la democracia en la que el país vive hoy.
Marta Ocampo de Vásquez fue una destacada defensora de los derechos humanos. Presidió la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam) entre 1999 y 2003, además de ser titular de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Su hija María Marta, su yerno y su nieto continúan desaparecidos.
El homenaje a Marta y José María Vásquez Ocampo se llevó a cabo como un reconocimiento a su lucha incansable por la verdad, la memoria y la justicia, así como su valiente compromiso con la defensa de los derechos humanos durante los años oscuros de la dictadura.