La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha proyectado que la Argentina podrá más que duplicar su producción de petróleo hacia 2028, gracias al desarrollo de la infraestructura de transporte en curso y las condiciones favorables en la formación no convencional de Vaca Muerta. Según el informe de la AIE, esto ocurre en un contexto en el que la inversión en energía limpia está creciendo a un ritmo más rápido que la inversión en combustibles fósiles, lo que está llevando a una demanda máxima de petróleo.
El informe destaca que se espera un aumento de 5.1 millones de barriles de producción en los países productores de América en los próximos seis años, y resalta el gran potencial de crecimiento del campo no convencional de Vaca Muerta en Argentina, donde se están implementando infraestructuras para superar las limitaciones de capacidad de extracción. Además, se espera un incremento del 20% en la actividad de perforación en las áreas concesionadas de la formación en la cuenca de Neuquén en 2023, y se prevé un aumento en las exportaciones con la modernización del Oleoducto Trasandino y el aumento de capacidad de la línea existente hasta Puerto Rosales en la costa atlántica.
La AIE pronostica que la producción de crudo liviano se duplicará a 610 mil barriles diarios durante el período analizado, lo que llevará la producción total de petróleo en Argentina a niveles récord de poco más de 1 millón de barriles diarios en 2028. Además, el informe destaca que tras el impacto en el mercado energético global causado por la invasión rusa a Ucrania, se espera una expansión de los flujos comerciales de crudo y productos a mediano plazo. La cuenca del Atlántico verá un aumento en su excedente de crudo, y se espera que el crecimiento continuo de la demanda en Asia supere el aumento de los suministros de crudo de Oriente Medio.
En resumen, el análisis de la AIE señala un pronóstico optimista para la producción de petróleo en Argentina, impulsado por el desarrollo de la infraestructura y las condiciones favorables en la formación no convencional de Vaca Muerta. Se espera que esto contribuya a un aumento significativo en la producción de crudo en el país y a un papel clave en la satisfacción de la demanda asiática en el futuro.