La sequía, las heladas tardías y las olas de calor han causado considerables pérdidas en la campaña de cultivos de legumbres de la temporada 2022/23 en Argentina, según datos oficiales. Estas condiciones climáticas adversas han ocasionado disminuciones en la producción que van desde el 35% en los garbanzos hasta el 90% en las lentejas.

Los cultivos más afectados por estas inclemencias son aquellos cultivados en la Región Pampeana, como las arvejas y las lentejas. En el caso de las arvejas, la producción se redujo en un 79,86%, pasando de 296.957 toneladas en la campaña anterior a 59.813 toneladas en la actual. En cuanto a las lentejas, las pérdidas fueron casi totales, con una disminución del 91,37%, de 72.318 toneladas cosechadas en la temporada pasada a solo 6.244 toneladas en el ciclo actual.

El garbanzo, cultivado en regiones de Córdoba, Santiago del Estero y el norte de Argentina, también experimentó una disminución del 35,42%, pasando de 102.099 toneladas trilladas en la campaña anterior a 65.934 toneladas en la actual. En el caso de los porotos, cuya cosecha aún se está llevando a cabo en el norte del país, se espera una producción de alrededor de 750.000 toneladas, similar a la temporada anterior, aunque se estima una reducción del 30% en los rendimientos debido a la sequía.

A pesar de las importantes pérdidas en la producción de arvejas, lentejas y garbanzos, el abastecimiento interno no se encuentra en riesgo, ya que el consumo local de estos cultivos es bajo y gran parte de la producción se destina a la exportación. Sin embargo, las exportaciones de arvejas han sufrido una caída significativa. Durante los primeros cuatro meses de este año, se despacharon 4.635 toneladas por un valor de US$ 2,3 millones, en comparación con las 70.473 toneladas por US$ 27,5 millones exportadas en el mismo período del año pasado.

Los expertos atribuyen estas graves pérdidas a la combinación de sequía y bajas temperaturas registradas durante la campaña. Gabriel Prieto, director de la Agencia de Extensión de Arroyo Seco del INTA, señaló que las tres especies de legumbres se vieron afectadas debido a la falta de humedad para la siembra y las heladas. Además, destacó que la producción de semillas fiscalizadas también se ha visto comprometida, lo que representa un desafío para la próxima temporada.

Jorge Vidal, presidente de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera), indicó que si bien algunas áreas han recibido lluvias y se han recuperado algunos perfiles de suelo, hay escasez de semillas debido a la sequía. Vidal advirtió que la producción de porotos también se verá afectada, con rendimientos más bajos de lo habitual. Ante esta situación, las grandes exportaciones de porotos a futuro se han detenido. Vidal planteó que “no se cerraron grandes compromisos de exportación”. “Con el poroto a esta época teníamos una cantidad importante de ventas hechas a futuro y ahora todos se quedaron quietos, porque no sabíamos si íbamos a poder sembrar”, concluyó Vidal.