En una destacada iniciativa, el Estado argentino ha decidido repatriar el avión Skyvan con el cual fueron arrojadas al mar doce personas secuestradas durante la dictadura militar, entre ellas tres fundadoras del movimiento Madres de Plaza de Mayo. Este avión, utilizado en la actualidad para actividades de paracaidismo en los Estados Unidos, se transformará en un poderoso símbolo de memoria y justicia.
Las gestiones para la repatriación del Skyvan PA-51 comenzaron a raíz de una propuesta de Mabel Careaga, hija de una de las Madres desaparecidas, Esther Ballestrino de Careaga, a Cecilia De Vincenti, hija de otra de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor. Ambas decidieron emprender una campaña para traer de regreso el avión que desempeñó un papel tan trágico en la historia del país.
El avión, uno de los cinco del mismo modelo que la Prefectura Naval Argentina tuvo durante la dictadura, fue ubicado por el fotógrafo italiano Giancarlo Ceraudo y la periodista Miriam Lewin en 2010 en Florida, Estados Unidos. Se utilizaron para arrojar con vida al mar a las doce personas, incluyendo a las tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, así como a las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Ahora, el Estado argentino ha adquirido el avión y tiene previsto su retorno al país durante la segunda quincena de junio.
La repatriación de este avión tiene un fuerte valor simbólico, ya que representa la lucha de las Madres de Plaza de Mayo y busca recordar la historia de los desaparecidos durante la dictadura militar. Para muchos, el avión es una evidencia tangible del plan sistemático de represión y exterminio llevado a cabo durante ese oscuro período de la historia argentina. Su presencia en la ex Esma y su posible exhibición en otros lugares públicos permitirán mostrar la verdad y mantener viva la memoria de aquellos que fueron víctimas de la represión.
La repatriación del avión Skyvan PA-51 es un paso significativo hacia la preservación de la memoria histórica y la defensa de los derechos humanos en Argentina. Su regreso al país es un recordatorio de la persistencia y valentía de las Madres de Plaza de Mayo, así como un llamado a no olvidar las atrocidades cometidas durante la dictadura militar.