Expertos destacan que el eficiente uso de la energía en hogares impacta positivamente en la macroeconomía

El uso eficiente de la energía a escala familiar es crucial para la economía nacional de Argentina. Salvador Gil, director de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Nacional de San Martín y miembro del Área de Pensamiento Estratégico de la Cámara Argentina de la Construcción, propone impulsar medidas de estímulo a la adquisición de electrodomésticos de última generación con menor consumo energético. Las heladeras, los aires acondicionados y la iluminación se llevan la mitad de la factura de electricidad en los hogares argentinos.

El reemplazo de las heladeras en uso por unidades de mayor eficiencia energética clase “A” tendría un ahorro energético equivalente a la energía generada por la central nuclear de Atucha, según Gil. Además, si se prescindiera del gas consumido de los pilotos de los calefones, se reduciría a la mitad la importación de gas de Bolivia. El uso de gas en cocción, Agua Caliente Sanitaria (ACS) y calefacción es muy estacional, con picos muy altos en invierno, lo que hace difícil su administración. En consecuencia, se generan problemas de abastecimiento para la industria y se importan combustibles más caros, lo que impacta en la economía nacional y en el gasto de calefacción familiar.

La eficiencia energética es fundamental tanto en la construcción de viviendas como en el uso de tecnología de electrodomésticos. Según Gil, la brecha entre el consumo de energía por metro cuadrado de Argentina y el de Europa es de dos a tres veces mayor, llegando a cinco veces si la comparación es con la región patagónica. Desde su perspectiva, llevar adelante medidas similares a las que la Unión Europea ha estado implementando durante medio siglo es bastante simple y con la toma de conciencia actual se sabe cómo hacer una construcción sostenible. Un plan para canjear heladeras de baja eficiencia por unidades más eficientes podría reducir el consumo nacional de energía en un 3%, lo que equivaldría a lo que genera una central como Atucha.

En resumen, la eficiencia energética es crucial para la economía nacional de Argentina. Gil propone medidas de estímulo para la adquisición de electrodomésticos de última generación con menor consumo energético y un plan para canjear heladeras de baja eficiencia por unidades más eficientes.

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