Durante la cuarta semana de la tercera edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), los productores de soja en Argentina comercializaron más de 228.000 toneladas de la oleaginosa, lo que se tradujo en un ingreso de divisas de más de US$ 99 millones. Este programa implementa un tipo de cambio de $300 por dólar para las exportaciones de soja hasta el 31 de mayo, con el objetivo de impulsar la actividad exportadora del país.

Según cifras de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, desde la implementación del PIE, se han vendido más de 2,5 millones de toneladas de soja. Además, en la cuarta semana de la tercera edición del dólar soja se concertaron contratos nuevos de compraventa en pesos, sumando en conjunto 89.870 toneladas, con un valor promedio de $99.656 por unidad de peso.

Por otro lado, se destacaron las fijaciones de operaciones concertadas con anterioridad al miércoles por 87.003 toneladas, alcanzando un valor promedio de $100.294. En relación con los negocios pactados en dólares, los contratos de compraventa de soja registraron un valor promedio de US$ 383 por un volumen de 7.259 toneladas; en tanto se anotaron fijaciones por 15.611 toneladas a un valor promedio de US$ 344.

Asimismo, se comercializaron 15.368 toneladas de cebada forrajera, 59.451 toneladas de girasol y 2.207 toneladas de sorgo. En cuanto a las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), la cebada forrajera alcanzó al 90% del cupo, con 1.808.574 toneladas; el sorgo, al 29%, con 279.027; y el girasol, a 24% la semilla (34.726), a 30% el aceite (330,423) y a 39% los subproductos (448.718).

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, las agroexportadoras ingresaron al mercado de cambios local US$ 99,04 millones, acumulando ingresos por US$ 1.704,06 millones en las diecisiete primeras ruedas. Por otro lado, el Banco Central vendió US$ 125 millones en la segunda rueda del mes, lo que ha resultado en un saldo negativo de US$ 258 millones.

En resumen, la implementación del PIE ha sido fundamental para impulsar la actividad exportadora del país, lo que se refleja en el alto volumen de ventas de soja, cebada forrajera, girasol y sorgo, así como en los ingresos de divisas obtenidos por las agroexportadoras. Sin embargo, el déficit de la balanza comercial ha llevado al Banco Central a vender divisas para intentar controlar la situación.