En el primer bimestre, las exportaciones de carne vacuna aumentaron un 19,6% interanual

Según un informe del Mercado Ganadero RosGan, las exportaciones de carne vacuna de Argentina aumentaron un 19,6% en el primer bimestre de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando un total de 146.800 toneladas equivalentes a res con hueso. Esto se debió a una mayor demanda de China, que ha seguido comprando a un ritmo muy sostenido durante enero y febrero de 2023, con compras mensuales de alrededor de 55.000 toneladas, un 22% más que el año anterior.

Sin embargo, los envíos sufrieron una merma del 27% en valor en comparación con el primer bimestre del año pasado, ubicándose en US$ 421,5 millones. Esto se debió a una fuerte caída en los precios pagados por China, el principal comprador de carne vacuna de Argentina. Las festividades del año nuevo lunar que se desarrollan durante enero y febrero suelen reducir la demanda de China en los primeros meses del año, pero este año China siguió comprando a un ritmo muy sostenido durante ambos meses.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyecta que la necesidad de importación de carne vacuna de China ascenderá a 3,5 millones de toneladas este año, lo que supone el mayor número registrado por el gigante asiático. Las cifras de importación correspondientes al primer bimestre del año, dadas a conocer por la Administración General de Aduanas de China, arrojaron unas 423.000 toneladas de carne vacuna, lo que representa un aumento del 37% respecto de lo importado un año atrás.

La irrupción de la Peste Porcina Africana (PPA) en China en 2018 aceleró el cambio de dieta que se venía gestando muy lentamente en el país, a raíz de la necesidad de cubrir de manera inmediata el faltante de carne de cerdo con otras fuentes de proteína animal. Con nuevos casos detectados en los últimos meses, esta tendencia podría agudizarse y el gigante chino comenzar a demandar más carne vacuna.

Según la analista del RosGan, María Aiassa, las exportaciones argentinas podrían ubicarse en torno a las 760.000 toneladas embarcadas el año pasado, siempre y cuando no medie una situación de rebrote grave de la enfermedad. Un rebrote grave de la PPA podría significar perder el 10% del stock de animales, equivalentes a las pérdidas de cinco millones de toneladas de carne porcina para consumo local.

En cuanto a los precios de la carne vacuna, estos se ubican un 26% por debajo de los valores promedios de julio pagados por China. María Aiassa indicó que “en el corto plazo no hay indicadores de mejora en precios”, ya que seguirá saliendo mucha oferta de hacienda que la industria debe colocar, sumado a un Brasil nuevamente habilitado para China, donde a su vez, el mercado local va a estar muy abastecido por carne de cerdo que se está liquidando.

En cuanto al mediano plazo, se plantea un escenario muy incierto aún, pero se entiende que esta matanza anticipada va a generar un fuerte evento en los precios, tal como sucedió anteriormente. Pensemos que ya partimos de un balance de oferta y demanda muy ajustado, con lo cual toda demanda adicional que aparezca de manera inesperada, va a impactar en precio, según Aiassa.

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