El Papa Francisco expresó su respaldo a la campaña internacional liderada por el Movimiento Global Deuda por Clima, la cual busca anular “las deudas financieras ilegítimas impuestas a los países en desarrollo”. La iniciativa, que reúne a movimientos sociales, ONG ambientales y sindicatos de más de 25 países, tiene como objetivo “financiar una transición energética justa” en medio de la actual “crisis climática y ecológica”.
Durante una audiencia en la Plaza San Pedro en Roma, los cofundadores del Movimiento Deuda por Clima, el sociólogo Juan Pablo Olsson y el biólogo Esteban Servat, conversaron con el pontífice sobre los pilares de la propuesta. En una declaración posterior, la entidad aseguró que el Papa les transmitió su respaldo y los alentó a seguir trabajando en la campaña.
Olsson destacó el “liderazgo a nivel global en la agenda de justicia social y justicia climática” de Francisco y lo definió como “un referente principal en el reclamo de la deuda ecológica que el Norte global tiene con el Sur global”. Por su parte, Servat advirtió que las “deudas ilegítimas” que padecen los países del Sur les impiden “financiar la adaptación a la crisis climática y los obligan a profundizar el extractivismo para pagar los intereses de la deuda”.
El Movimiento Global Deuda por Clima denunció que los países endeudados del Sur están siendo objeto de una ofensiva por parte del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, organismos que “pretenden avanzar con su agenda de mayor endeudamiento con el objetivo de profundizar un sistema de explotación de recursos en beneficio de las corporaciones y las potencias”.
Según la entidad, la anulación de estas deudas financieras liberaría fondos para financiar una transición energética justa y conllevaría un avance climático sin precedentes para toda la humanidad. En el comunicado, el Movimiento Global Deuda por Clima recordó el “antecedente histórico de la anulación de la deuda de Alemania luego de la Segunda Guerra Mundial para posibilitar su recuperación económica” y exigió que los países endeudados del Sur Global reciban el mismo trato ante la catástrofe climática que vive el mundo.