Desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania, la Cancillería argentina ha desplegado diversas ayudas humanitarias y evacuaciones de ciudadanos, incluyendo a argentinos y otros ciudadanos de diferentes nacionalidades que intentaban escapar del conflicto.
El 24 de febrero de 2022, la embajadora argentina en Ucrania, Elena Mikusinski, abandonó la sede diplomática nacional en la calle Ivana Fedorova 12 debido a los bombardeos. Por orden del Canciller Santiago Cafiero, la embajadora trasladó el área administrativa a la residencia oficial y esa noche dio albergue a cinco matrimonios argentinos y tres bebés que habían llegado a través de la subrogación de vientre.
En una entrevista exclusiva con Télam Radio, la diplomática remarcó que desde hace un año, cuando debió abandonar el edificio de la Embajada con el comienzo de los bombardeos, se sintió “muy apoyada por la actividad que desplegó la Cancillería”.
La embajadora destacó la importancia de la formación que brinda el servicio exterior argentino, que les otorga la “facilidad de adaptarse a cualquier circunstancia y predomina el servicio y la vocación de servicio”. También describió las dificultades que enfrentaron para evacuar a los ciudadanos argentinos, como la falta de chóferes.
En el marco de las evacuaciones, los jugadores de fútbol Claudio Spinelli y Francisco Di Franco lograron escapar gracias a gestiones diplomáticas. Mikusinski habló por teléfono en ucraniano con la gente del puesto fronterizo para que Spinelli pudiera ingresar.
El 2 de marzo de 2022, Argentina envió una misión de Cascos Blancos con seis integrantes y dos diplomáticos que hablan polaco a la zona de conflicto, así como se instaló un consulado móvil en la frontera de Polonia con Ucrania para argentinos y nacionales miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que procuraban salir de Ucrania.